Voodoo Donas – el asesor

Voodoo donas, el asesor.
Voodoo donas, el asesor.

Lo malo de ser agosto es que para poder disfrutar de las Donas Voodoo tienes que tomar en cuenta el tiempo de espera y aceptar que muchos más estarán frente a tí cuando llegues al establecimiento. Pero en verdad que vale la pena aguantar el calor y el tiempo invertido haciendo cola en esa línea que se antoja interminable a primera vista. Sea pues.

 Para mi suerte inicie la espera a la sombra de un árbol. Aquí, en la matriz, las colas siempre son largas. Después de unos minutos de estar en la fila escucho que alguien entabla conversación con un volumen de voz lo suficientemente alto -intencionalmente estoy seguro- para ser escuchado . “Hola, ¿como les va el día de hoy? No se asusten. No soy un tipo que se presenta al azar, soy un asesor profesional de donas…” (1) dice el tipo y escucho algunas risas suaves.

Forzando mi apariencia a la de turista tomo algunas fotografías de la fila y los trovadores, aprovecho para ver lo que ocurre a mis espaldas. Ahí está, veo al tipo que se presentó parado frente a dos veinteañeros, sonrisa en la boca y haciendo algunas preguntas para romper el hielo. Cabello rubio y ralo, patillas delgadas alargadas, camisa desabrochada mostrando una camiseta colorida, lentes obscuros. Planchado su pantalón. Era suelta su actitud, mostrando tener muy buenas habilidades para solciabilizar.

Que venían de California y deseaban probar las donas de Voodoo  le decían los interlocutores al asesor correspondiendo también con sonrisas. Uno de ellos, el más delgado y alto, no pudo tomar a tiempo el menú que le ofrecía el asesor profesional. Antes de que deshiciera el nudo de sus brazos cruzados, su compañero lo tomo solícitamente.

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Voodoo Donas

La marquesina
La marquesina

¿Se te antojan unas donas totalmente veganas, o mejor aún, cubiertas con tocino? O quizás las prefieras cubiertas con esos cereales para niños (Fruit Loops). O de plano, si estás preparándote para una fiesta, ¿que tal te vendría un ataúd de madera lleno de donas de todas formas y sabores? Pues todo esto puede ser real si vas a Portland, Oregón. Además, si eres emigrante, tantos sabores y colorido quizás faciliten tu proceso de integración aceptación a la nueva realidad.

Las donas son populares en Portland, pero no cualquier tipo de donas. Las Voodoo Doughnut son las apreciadas, las queridas. Son casi un símbolo de la ciudad. Y esto lo descubrí a mi manera, una calurosa tarde de agosto.

Dicen que todo lo bueno cuesta y no siempre es dinero. Y en el caso de las donas del Voodoo, esto es más cierto pues para comerlas debes estar dispuesto también a hacer fila y esperar un mínimo de 20 minutos a que te atiendan. Las filas son largas, las esperas también. Pero tu recompensa vendrá empaquetada en unas cajas color rosa, con dibujos de claveras -que a mis ojos parecían más al estilo de Posadas que al Halloween- y con la leyenda impresa que dice: “Good things comes in pink boxes”, la misma que despliega la marquesina del negocio.

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